domingo, 3 de outubro de 2010

La tipología de los textos médicos

La tipología de los textos médicos
Existen diferentes tipos de textos médicos que conllevan diferentes problemas traductológicos y por lo tanto hay varias maneras para clasificar los textos médicos. La clasificación hacerse (Alarcón Navío 1998: 1025):
1) Según la disciplina de la medicina tratada:
Cuando se habla de la medicina no hablamos de un solo campo de saber sino de un conjunto de disciplinas que por un lado forman parte de la fase preclínica, lo que quiere decir que las investigaciones tienen lugar en laboratorios antes del tratamiento de pacientes –por ejemplo la anatomía, la fisiología, la bioquímica, la patología, etcétera- y por otro lado forman parte de las especialidades clínicas, que implica el tratamiento de pacientes – como la urología, la virología, la pediatría, la dermatología, etcétera. Es evidente que cada disciplina hará uso de una terminología diferente y el grado de especialización también difiere por tipo de texto.

2) Según el público destinatario de la publicación, en este caso es evidente que la dificultad de traducir aumenta con la especialidad de los receptores de los textos médicos en la lengua meta:
- Textos destinados al público en general. Por ejemplo, un folleto informativo sobre el SIDA, difundido por una entidad pública, como ayuntamientos. En ocasiones, van dirigidos a determinados sectores o grupos (alumnos, ancianos, etcétera) para concienciarles sobre diferentes aspectos relacionados con la medicina, por ejemplo la medicina preventiva, como es el caso con las campañas llevadas a cabo en los países en vías de desarrollo. En cuanto a este tipo de textos es importante que sean fáciles de entender.
- Textos de divulgación destinados para un lector especialmente interesado en temas relacionados con la medicina. Por ejemplo la Revista Holandesa para la Medicina (NTVG) o la revista española titulada la Revista Clínica Española.
- Textos redactados para el médico generalista. Por ejemplo, artículos sobre dermatología dirigidos a los médicos generalistas. Es evidente que estos médicos no son dermatólogos y el lenguaje no puede ser muy especializado.
- Textos en los que el destinatario es un especialista. Por ejemplo, revistas especializadas en cierto campo de la medicina, como la Revista Española de Cardiología, que da cuenta de los últimos desarrollos en este campo. Otras revistas, por el contrario, agrupan diferentes especialidades, por ejemplo las publicaciones multidisciplinarias: la Revista de Cirugía Plástica Ibero-Latinoamericana abarca publicaciones de interés para el dermatólogo, cirujano facial, otorrinolaringólogo y oculista.

3) Según el tipo de publicación:
Como dice Malcolm Marsh (sin año) el traductor trabaja con textos y visto que el contenido de la medicina, se presenta como compleja, extensa y muy especializada, los tipos de textos son numerosos. Aunque existen mucho más, Marsh enumera diez tipos en su artículo que pueden desempeñar un papel en la enseñanza de la traducción médica porque son los tipos de publicación más frecuente en el mundo de la medicina y por lo tanto se traducen mucho en la vida profesional. En este apartado no centramos en los tipos de publicación y no tanto en el público destinatario del texto meta, aunque el tipo de publicación y el público destinatario están fuertemente ligados.
- Los anuncios (en todos los medios de comunicación) para, por ejemplo, aparatos ortopédicos.
- Los artículos de periódicos, sobre todo, suplementos especializados en la ciencia o la medicina.
- Los artículos de revistas médicas.
- certificados médicos de buena salud o, por ejemplo para pacientes diabéticos que explican por qué se llevan jeringuillas cuando van de vacaciones.
- Los informes médicos
- Los libros de divulgación, están escritos en un lenguaje más bien popularizado.
- Los libros especializados
- Los prospectos y las recetas

4) Según la dificultad intrínseca al tema tratado:
Este es un factor bastante subjetivo y dependerá de los conocimientos previos del traductor médico acerca del tema de la traducción. Sin embargo, algunos temas son objetivamente más complejos que otros. Si comparamos dos artículos que pertenecen al campo de la oftalmología, con que el primero trata de la conjuntivitis (inflamación de la membrana delgada que cubre la superficie del interior del párpado y parte del globo ocular) el segundo tata del glaucoma (es un trastorno en el cual aumenta la presión dentro del globo ocular, dañando el nervio óptico y causando pérdida de visión) resulta evidente que el artículo de glaucoma presenta más dificultades intrínsecas ligadas a las de esta enfermedad porque es más específica y es menos común que la conjuntivitis (Alarcón Navío, 1998).

Extraído de la Tesina “ La Didáctica de la Traducción Médica” – Carola Fransen

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